La Asociación Vecinal Manzanares juntó fuerzas con el colectivo Ribera Feminista para lanzar un mensaje de rechazo
ROCÍO RANZ SÁNCHEZ
La pasada tarde del 20 de abril comenzaron a aparecer en redes sociales, Facebook y Twitter, fotografías y vídeos de una manifestación fascista. Los asistentes se habían reunido en la ribera del río Manzanares y habían desplegado una pancarta en la que se leía: “Haz por España, vota FEJONS”. Pertenecían a la Falange Española, como podía identificarse en su llamamiento al voto y el escudo que completaba la inscripción. Prendieron varias bengalas de color rojo, buscando conseguir toda la atención que pudieran desde ese punto emblemático de Madrid. Ante esto, la reacción del barrio no tardó en hacerse notar.
Con comentarios como: “Madre mía, qué gentuza” o “qué barbaridad, de dónde sale esta peña” en el post de Facebook del grupo de vecinos, (Yo crecí en La Colonia del Manzanares), se pudo ver que la acción no fue llevada a cabo por la gente del barrio y tampoco fue apoyada. Pero era necesario ir más allá y dar una respuesta contundente, para que se supiera que el fascismo no es bien recibido en el barrio.
Es por ello que la Asociación Vecinal Manzanares juntó fuerzas con el colectivo Ribera Feminista para organizar una concentración de protesta al día siguiente. Se convocó en redes sociales, con un cartel en el que podía leerse: “En nuestro barrio no cabe el fascismo, LGTBIFobia, racismo y machismo. No pasarán”. Alberto Sánchez, presidente de la Asociación Vecinal, cuenta: “nos congregamos unas cien personas y llevamos a cabo un acto de media hora en el que se leyó un comunicado escrito conjuntamente”. Algunos vecinos que acudieron portaban utensilios de desinfección para purificar la zona como acción simbólica. Ante la falta de afectados el día anterior declara que: “Muchos vecinos se asustaron, pero no necesitamos que pasen desgracias para responder”.
La Ribera Feminista se preocupó especialmente cuando las vecinas transmitieron que estaban escuchando consignas machistas y fascistas de la concentración de las JONS. “Lo recibimos con espanto y preocupación, porque justo en el puente en el que se colocaron fue donde nosotras nos reunimos en el 8M. Pusimos lazos morados y las vecinas escribieron nombres de mujeres que admiraban y querían del barrio. Saber que estaban ahí, gritando en nuestra contra, y podían leerlos fue lo peor”, revelan.
Ana Lobón, residente de la Colonia Manzanares, asistió al acto con su hermana: “Creo que es necesario que nos movilicemos ante este tipo de situaciones. No podemos vivir con miedo en nuestra propia zona”. La Ribera Feminista añade que: “Desde luego, a pesar de que las compañeras estuvieran sobresaltadas, sabíamos que teníamos que responder. No podíamos dejar que viniese gente aquí a asustarnos y no demostrar que nuestra solidaridad y nuestro respeto a la gente que vive aquí es mucho mayor” Alberto Sánchez también destaca la importancia de la acción: “La intención de la reivindicación fue asegurar que este tipo de discurso no tiene cabida en nuestro barrio”.
Aun así, admite que la movilización de la falange “ha servido para que el debate se produzca y hay gente que ha defendido sus ideales fascistas abiertamente”. En un Madrid cada vez más polarizado por las próximas elecciones del 4 de mayo el discurso se radicaliza y la acción organizada para rechazar estos avances es cada vez más importante. Resuena con fuerza el hashtag utilizado en la manifestación de rechazo: #FueraFascistasDeNuestrosBarrios. La Ribera Feminista termina con un mensaje: “En estos momentos hay gente que quiere que estemos enfrentados y lanzan mensajes de odio para asustarnos, creyendo que así dejaremos de luchar por una sociedad más justa. No se dan cuenta que nunca vamos a dejar de luchar, porque nuestra propia vida depende de que no nos quedemos calladas, y de demostrar que la mayoría de la sociedad quiere avanzar en la conquista de derechos y de igualdad real. Por eso estos actos nunca van a quedar sin respuesta”.
Viento del Pueblo 